ISAIAS 51,12: Yo, yo soy tu consoloador. ¿Quién eres tú para temer a un mortal, a un hombre que será como hierba?

Como expresar el evangelio


Charla grupo Agosto 22 de 2012

Cuando estamos compartiendo con nuestros amigos o familiares que aún no han recibido a Jesús en el corazón o nunca han escuchado que uno de sus amigos tiene una relación  con Dios Nuestro Señor Jesús  de corazón,  puede sonar para ellos inaudito que una persona cercana a ellos halla recibido a Jesús,  mostrando ser luz en su caminar como lo dijo Jesús en  Juan 8; 12.
 
12 Una vez más Jesús se dirigió a la gente, y les dijo:
—Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.

Y la luz es la que llevamos y reflejamos cuando estamos con Dios de corazón y a veces no nos damos cuenta que Él quiere usarnos para llevar su luz viva a otras personas y  algunas veces cuando no nos sentimos en confianza o pensamos ser burlados por expresar el evangelio a personas incrédulas tomamos un comportamiento ante el mundo como si no  fuéramos parte de esa luz porque para el mundo puede ser extraño que ya formes parte de la nueva humanidad que Dios hizo en ti por tu libre albedrío. Siéntete libre de lo que Dios Nuestro Señor Jesús quiere hacer en ti y quiere hacer de ti, no interrumpas su propósito.

Cuando sientas que Dios te pone en las manos un momento donde  quiere usarte (aunque Él siempre va querer que tu permitas ser usado) piensa que Él siempre está contigo como se lo dijo a sus discípulos después de la resurrección en  Mateo 28, 16 – 20.
16Los once discípulos fueron a Galilea, a la montaña que Jesús les había indicado. 17 Cuando lo vieron, lo adoraron; pero algunos dudaban. 18 Jesús se acercó entonces a ellos y les dijo:
—Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. 19 Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, 20 enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo.

Dios siempre va a estar ahí respaldándonos en todo lo que nosotros hagamos para llevar su nombre sin  sentir temor de lo que pueda pasar pues estamos expresando el evangelio que es el plan de nuestro Padre Celestial para la felicidad y la salvación del mundo.

Dios nos ve según nuestro futuro, nosotros nos vemos según nuestro pasado, nosotros miramos nuestros fracasos y como somos en estos momentos. Dios nos mira como Él nos hizo para que seamos, Él ve el resultado final y debido a que nos ama tanto va ayudarnos a que seamos todo para lo que Él nos creó. Dios no espera que seamos perfectos en comportamiento,  sino en corazón. No entender esto puede hacer que siempre  estemos esforzándonos en lograr lo que es imposible y finalmente nos rindamos porque pensamos que nunca podremos ser todo lo que debemos ser. En nuestra carne nos esforzamos por tener éxito pensamos que valemos algo cuando triunfamos pero Él mismo se encarga de demostrarnos que valemos por lo que somos y no por lo que hacemos. 

Dios creó a cada uno de nosotros para ser alguien y ninguno de nosotros es un accidente, la alta autoestima o plena seguridad que llevas en el corazón cuando hablas de su nombre reconociendo que eres una persona única a la que Él ha dado dones, talentos, y propósitos específicos a diferencia de los que le ha dado a las demás personas hará que nada de lo que sea añadido o quitado aumentará o rebajará tu valor personal.

No pienses en agradar a los hombre sino en agradar a Dios, además Dios de nadie se burla Dios siempre va a valorar tu intensión de corazón de llevar su nombre.

Leamos Carta de Pablo a los  Efesios 4, 29 – 32.
29Eviten toda conversación obscena. Por el contrario, que sus palabras contribuyan a la necesaria edificación y sean de bendición para quienes escuchan. 30No agravien al Espíritu Santo de Dios, con el cual fueron sellados para el día de la redención. 31Abandonen toda amargura, ira y enojo, gritos y calumnias, y toda forma de malicia. 32Más bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo.

Leamos Carta de Pablo a los Efesios 5, 1 – 20.
Por tanto, imiten a Dios, como hijos muy amados, 2y lleven una vida de amor, así como Cristo nos amó y se entregó por nosotros como ofrenda y sacrificio fragante para Dios.
3Entre ustedes ni siquiera debe mencionarse la inmoralidad sexual, ni ninguna clase de impureza o de avaricia, porque eso no es propio del pueblo santo de Dios. 4Tampoco debe haber palabras indecentes, conversaciones necias ni chistes groseros, todo lo cual está fuera de lugar; haya más bien acción de gracias. 5Porque pueden estar seguros de que nadie que sea avaro (es decir, idólatra), inmoral o impuro tendrá herencia en el reino de Cristo y de Dios. 6Que nadie los engañe con argumentaciones vanas, porque por esto viene el castigo de Dios sobre los que viven en la desobediencia. 7Así que no se hagan cómplices de ellos.
8Porque ustedes antes eran oscuridad, pero ahora son luz en el Señor. Vivan como hijos de luz (el fruto de la luz consiste en toda bondad, justicia y verdad) 10y comprueben lo que agrada al Señor. 11No tengan nada que ver con las obras infructuosas de la oscuridad, sino más bien denúncienlas, 12porque da verguenza aún mencionar lo que los desobedientes hacen en secreto. 13Pero todo lo que la luz pone al descubierto se hace visible, 14 porque la luz es lo que hace que todo sea visible. Por eso se dice:
«Despiértate, tú que duermes,
    *levántate de entre los muertos,
y te alumbrará Cristo.»
15Así que tengan cuidado de su manera de vivir. No vivan como necios sino como sabios, 16aprovechando al máximo cada momento oportuno, porque los días son malos. 17 Por tanto, no sean insensatos, sino entiendan cuál es la voluntad del Señor. 18No se emborrachen con vino, que lleva al desenfreno. Al contrario, sean llenos del Espíritu. 19Anímense unos a otros con salmos, himnos y canciones espirituales. Canten y alaben al Señor con el corazón, 20dando siempre gracias a Dios el Padre por todo, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.

Expresar el evangelio es llevar en ti una nueva humanidad donde Cristo vino a morir  por cada uno de nosotros para sacarnos de las tinieblas en las que estábamos, permitiéndonos ser usados por Dios para reflejar la paz y la felicidad que llevas por gracia de  Dios Nuestro Señor Jesús y por escoger su camino que te da la luz y el agua viva que es Cristo, mostrándote en el mundo como una persona que es diferente no por compromiso sino porque ha recibido a Jesús verdaderamente en tu corazón, de tal manera que reflejas a Jesús en ti por la nueva persona que eres en Él.

Cuando quieras expresar su grandeza y sientes que no eres recibido pues recuerda lo que Jesús le dijo a los doce discípulos en Mateo 10, 14 – 15.
14Y si alguno no os recibiere, ni oyere vuestras palabras, salid de aquella casa o ciudad, y sacudid el polvo de vuestros pies.
15De cierto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para la tierra de Sodoma y de Gomorra,  que para aquella ciudad.

Recuerda: Sin Santidad nadie verá al Señor, sé como el Señor, si decimos que tenemos comunión con Él pero caminamos en la oscuridad mentimos y no practicamos la verdad, debemos de tratar de crecer en la Santidad, ahora nos debe importar lo que nos edifica o lo que nos edifica, ya no hablamos de lo que es y lo que no es pecado porque la Santidad va creciendo, tenemos errores y la santidad es un voto de prioridad. Hay que saber que si no hay arrepentimiento de corazón no hay salvación, lo que debemos hacer es predicar y llevar el evangelio allá donde no conocen a Dios

Realizado por:
Isabel Villegas