Charla grupo Agosto 15 de 2012
Un comportamiento verdaderamente cristiano es
el resultado de una transformación radical que afecta al creyente en su
dimensión individual y social.
Leamos Colosenses
3, 5 – 10
5Amortiguad, pues, vuestros miembros que están sobre la
tierra: fornicación, inmundicia, molicie, mala concupiscencia, y avaricia, que
es idolatría: 6Por las cuales cosas la ira de Dios viene sobre los hijos de
rebelión. 7En las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo viviendo
en ellas. 8Mas ahora, dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo,
malicia, maledicencia, torpes palabras de vuestra boca. 9No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos, 10Y
revestidos del nuevo, el cual por el conocimiento es renovado conforme á la
imagen del que lo crió.
Antes vivíamos
desordenadamente en la maldad, el enojo, la pasión, la avaricia, la impureza y
los malos deseos; ahora nos
revestimos del nuevo hombre con amabilidad, compasión, mansedumbre, paciencia,
tolerancia, perdón, sabiduría, invocando a Dios en todo lo que se hace,
despojándonos del viejo hombre y de sus obras.
Pero nos podemos
preguntar y cómo lo hacemos?
Recibiendo a Jesús en el corazón, conociendo su vida, su
pasión, crucifixión, muerte y
resurrección; Jesús recibe la corona
de espinas y es vestido como rey
y sentado en el tribunal como juez, lleva la cruz por si mismo portando la cruz
como señal de su gloria; en la
crucifixión donde es clavado manos y pies y pronuncia siete palabras:
Padre perdónalos
porque no saben lo que hacen (Lc23, 34): Jesus se ve en un mar de insultos.
Te lo aseguro hoy estarás con migo en el paraíso (Lc 23,
43): Le promete a uno de los que estaban a su lado crucificado el Paraíso para aquel mismo día. El mismo
Paraíso que ofrece a todo hombre que cree en El.
Mujer, ahí tienes
a tu hijo, ahí tienes a tu madre, (Jn
19, 26): La presencia de María junto a la Cruz fue para Jesús un motivo de
alivio.
Dios mio, Dios mio,
por qué me has abandonado? (Mt 27, 46): Jesús en la Cruz se siente
abandonado de su Padre.
Tengo sed (Jn 19, 28): Sufrio deshidratación por la
sangre que perdió.
Todo esta cumplido (Jn 19, 30): Estas palabras
manifiestan la conciencia de haber cumplido hasta el final la obra para la que
fue enviado al mundo: dar la vida por la salvación de todos los hombres.
Padre, en tus
manos pongo mi espíritu (Luc 23, 46): No tiene miedo en absoluto a la muerte,
porque sabe que le espera el amor infinito de Su Padre.
Jesús Muere pero al tercer día resucita para luego subir al cielo sentado a la
derecha de Dios Padre.
Viviendo esta entrega de Cristo, aceptando que Dios nos
ama tanto que envio a su único hijo para que muriera por nosotros para
despojarnos del viejo hombre que eramos y de las antiguas obras, es así como lo
recibo, lo acepto, lo invito, lo llamo, lo reconozco, lo busco, lo respeto, lo
amo, me comunico con Él orando.
Leamos Colosenses 2,
6 – 7 6Por
tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él: 7Arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis
aprendido, creciendo en ella con hacimiento de gracias.
Leamos Colosenses 2,
18 – 19: 18Nadie os prive de vuestro premio, afectando humildad y culto a los ángeles,
metiéndose en lo que no ha visto, vanamente hinchado en el sentido de su propia
carne, 19Y no teniendo la cabeza, de la cual todo el cuerpo, alimentado y
conjunto por las ligaduras y conjunturas, crece en aumento de Dios.
Unámonos a Cristo y no los que se hacen pasar por Dios,
tu puedes tener una relación directa con Cristo para llegar directamente al
Padre porque es por su sangre que tu llegas a estar con Él.
Qué somos nosotros en
Cristo?
Nosotros somos futuro de la nueva humanidad a la que Dios
nos ha destinado en Cristo, porque el Señor murió y resucito a las limitaciones y Él glorioso
nos espera. Pablo invitó a los colosenses a que buscaran los bienes del cielo
pero no para huir de los de aquí sino para que los que aspiran y buscan se haga
realidad.
Nosotros en Cristo como la nueva humanidad que trae la
fuerza infinitamente poderosa y es la fuerza del amor.
El amor de Dios es un poder que produce amor. El amor es
el broche de la perfección que penetra en el corazón del creyente por medio de
la palabra, donde todo lo que hacemos lo hagamos por amor a Dios, agradeciéndole por todo lo que hacemos.
Jesús es una eterna mirada de amor a su misión; el amor
es alegre, amable, autentico, compasivo, comprensivo, confiado, dulce,
espontaneo, fiel, flexible, generoso, grato, humilde, incondicional, infinito,
justo, libre, misericordioso, paciente, prudente, puro, respetuoso,
sabio……verdadero y comprensivo.
El amor va mas allá
del amor, para el creyente el amor viene de Dios y del Espíritu Santo. Dios es
Amor.
En el amor no hay obsesión, hay confianza uno del otro,
mostrarse franco sin temor de ser juzgado, se crece en aceptación, en la que se
puede ser libre de ser el mismo; por esencia somos amor hemos sido creados por
Dios dese el amor.
El amor a los demás y el amor a nosotros mismos no son
alternativas. Por el contrario, en todo individuo capaz de amar a los demás se
encontrará una actitud de amor a sí mismo.
Realizado por:
Isabel Villegas